Jueves 11 de enero de 2018

En el camino, perdió el control, chocando contra todos los automóviles estacionados. Tras finaliza su acto, fue detenido por la policía rusa, oponiendo resistencia alguna.
Un tanque soviético, un hombre borracho y una tienda destruida. Una triada de destrucción perfecta si pensamos que esto ocurrió en algún campo de batalla. Pero no. La escena pasó en la ciudad rusa de Murmansk, donde un hombre desesperado por una botella de vino, no encontró mejor idea que meterse a una instalación militar, robar un tanque blindado, arrasando con todo a su paso.
En el camino, perdió el control, chocando contra todos los automóviles estacionados en el lugar para luego empotrarse contra la ventana del supermercado y así - tranquilamente - hurtar una botella de vino, cosecha 2010, oriunda de Crimea.

Tras cometer el hecho, el hombre volvió a subir al tanque, pero ante la imposiblidad de volver a maniobrar, abandonó su tarea, dejando el armatoste botado en la acera. Pocos minutos después fue detenido por la policia rusa, oponiendo resistencia alguna. El alunizaje más bizarro de los últimos años ya había sido perpetrado.