Si hay una cita que marque este año al mundo musical, esa es el Desert Trip. La reunión que juntó a los más grandes en la historia del rock ya terminó su primer fin de semana, pero la noche que coincidió con el segundo debate de los presidenciables estadounidenses dejó más de una polémica para recordar.

La noche fue abierta por The Who, que no dejaron de hacer alusiones a las elecciones en Estados Unidos y agradecer a los fans jóvenes que fueron a verlos. En la ocasión, Pete Townshend aclaró a estos últimos que, en 1967, ellos eran "una versión de Adele, Lady Gaga o Justin Bieber".

El encargado de cerrar la fecha fue el politizado bajista de Pink Floyd, Roger Waters, que montó un espectáculo que apunto más directamente a Donald Trump.

Durante su show, Waters agradeció el espacio en el festival, explicando que "es raro que alguien como yo llegue a una plataforma como ésta, y voy a usarla".

En el espectáculo, apareció el clásico cerdo volador que, en esta ocasión, llevaba escrita la frase "Together we stand, dividede we fall", en un lado, y "Fuck Trump and his wall", al otro.

Además, mientras interpretaba "Another Brick in the Wall (Part 2)", subió un coro de niños con poleras que decían "derriba el muro".