Jueves 13 de agosto de 2015

Celebrando el natalicio de la consola que cambió la forma de jugar.
Por Ignacio De La Maza
Un 23 de agosto de 1991, Nintendo cambió la historia de los videojuegos al poner una novedosa consola a la venta: El Super Nintendo Entertainment System (o SNES), cuyas avanzada capacidad gráfica y sonora impactó en la forma en la que se hacían, jugaban, y consumían juegos de video.
Por supuesto, también formó parte importante de la vida de muchos de nosotros, por lo que aprovechamos sus 25 años para recordar nuestros títulos favoritos de la consola, esos que nos mantenían tardes enteras pegados a la TV salvando al mundo. Cuéntanos los tuyos y los iremos agregando:
Donkey Kong Country (1, 2 y 3)
La trilogía original de Donkey Kong Country marcó un antes y después en los videojuegos de plataformas: Gráficas espectaculares (para la época), etapas desafiantes e ingeniosas, un soundtrack memorable y mecánicas de juego que se iban perfeccionando con cada entrega, sin olvidar a sus entrañables personajes. Nada mal para estar centrada en un mono al que un grupo de cocodrilos le robaron sus bananas.
The Legend Of Zelda: A Link To The Past
Hay pocas sagas de videojuegos que hayan creado un mundo tan completo como el de The Legend Of Zelda, a tal punto que los jugadores frecuentes de la serie pueden reconocer fácilmente a los personajes, secciones, razas y templos del reino de Gerudo. A Link To The Past fue el responsable de introducir varios elementos que se volvieron recurrentes en Zelda (¡Hola Master Sword!) y de paso hizo que la aventura de Link (el verdadero nombre del protagonista, aclarémoslo) se sintiera más épica y masiva que nunca.
Killer Instinct
Los juegos de pelea se hicieron más efectivos que nunca durante la era del Super Nintendo, y a riesgo de enfurecer a los fanáticos de Street Fighter y Mortal Kombat, nosotros nos quedamos esta vez con Killer Instinct y sus atípicos personajes. Ahora gritemos todos juntos: ¡C-C-C-Combo Breaker!
Super Mario World
¿Qué queda por decir de Super Mario World? El juego demostró que la mascota de Nintendo tendría vida por siempre, introdujo a Yoshi el dinosaurio, le dio la habilidad a Mario (y a su hermano Luigi) de volar como un superhéroe y convertirse en grandes, además de ofrecer una infinita variedad de niveles inolvidables. Un clásico que nunca pasará de moda.
Chrono Trigger
No es extraño encontrar a gente que defiende hoy en día a los videojuegos como una expresión artística, con intenciones visuales y narrativas que le echan la competencia a cualquier libro o película. Esto se lo podemos agradecer a juegos de rol japoneses, que ponían tanto énfasis en la construcción física (subir niveles, elegir tu equipamiento) como emocional de los personajes. Chrono Trigger, acerca de un joven que se ve envuelto en una aventura a través del tiempo para salvar a la Tierra de su destrucción, es nuestro favorito de todos.
International Super Star Soccer DELUXE
Antes de que el FIFA y el PES se adueñaran de los ‘gamers’ futboleros, International Super Star Soccer Deluxe ofrecía una experiencia más que gratificante para los fanáticos del balompié. Además, podías hacer que el árbitro fuera un perro ¿Qué más puedes pedir?
Super Metroid
Sin entrar en la discusión sobre lo radicalmente feminista que fue hacer de Samus Aran una heroína que no tenía nada que envidiarle a sus pares masculinos, Super Metroid fue uno de los primeros videojuegos de plataforma que soltó al jugador en un mundo hostil y duro y lo hizo encontrar su camino sin tomarle la mano ni señalarle a dónde ir todo el tiempo. Podría haber sido confuso, pero Super Metroid nunca deja de ser intuitivo, y las múltiples habilidades del traje de Samus, como convertirse en bola o tirar rayos de poder, garantizaban horas de diversión, todo mientras recorrías un extraño planeta alienígena.
Megaman X
El Megaman original era divertido y todo, pero Mega Man X es su versión definitiva: Los saltos eran más acrobáticos, las etapas más épicas, las armas más poderosas y los enemigos más creativos (y, no menor, ahora podías apuntar hacia arriba y abajo). Su trama, acerca de un futuro distópico en donde humanos conviven con androides capaces de desarrollar emociones y propensos a la violencia, era también bastante avanzada para el medio de la época.