
Miércoles 28 de agosto de 2019
Miércoles 28 de agosto de 2019
A unas dos horas y media de Seattle, se encuentra Aberdeen, un lugar prácticamente detenido en el tiempo y alejado de todo el desarrollo que ha experimentado la cuna del grunge en estos últimos años. Ahí se crió Kurt Cobain y desde ese lugar forjó un camino que lo hizo pasar por Olympia para terminar en Seattle.
El lugar es verde, amable a la vista, pero guarda un silencio que pasa de lo deprimente a lo tétrico. Las pequeñas casas de maderas, varias de ellas en mal estado, se adornan con la bandera de Estados Unidos, y hay una que destaca. Es la casa de infancia de Kurt Cobain.
El lugar está protegido por cámaras y carteles de propiedad privada. No es un museo, pero por fuera lo parece. Más allá, a pocos metros, está el Kurt Cobain Park, donde se le rinde un homenaje al máximo ídolo que ha salido de ese lugar.
Alfredo Lewin recorrió el lugar y acá lo puedes ver.