
Martes 4 de enero de 2022
Martes 4 de enero de 2022
El serbio número 1 del mundo no deberá demostrar haberse vacunado contra el COVID-19.
La historia es más o menos así: Novak Djokovic no jugaría el Abierto de Australia -el primer Grand Slam del año- debido a las restricciones impuestas por el gobierno local con respecto al coronavirus.
El número 1 del mundo, que ha reconocido abiertamente su nula intención de vacunarse, tendría allí la posibilidad de convertirse en el máximo ganador en solitario de torneos grandes, desempatando así los 20 que ostenta junto a Roger Federer y Rafael Nadal.
Hasta el primer ministro de Australia, Scott Morrison, había señalado que 'Nole' no entraría al país si no estaba vacunado.
Pese a todo, el serbio sí jugará el Australian Open y no deberá probar si se vacunó o no debido a una exención médica otorgada por el gobierno local.
El problema es que, de acuerdo a Marca, Novak Djokovic ni siquiera califica dentro de las alternativas para recibir este permiso extraordinario.
"Padece una afección médica aguda, una reacción negativa tras la primera dosis de una de las vacunas oficiales, haber contraído el virus recientemente y por ello no haber recibido la pauta completa, antecedentes de anafilaxia a un componente de todas las vacunas aprobada, ha tenido una enfermedad cardíaca inflamatoria inflamatoria en los últimos seis meses...", enumera el medio de comunicación deportivo español.
De hecho, el serbio ya se había borrado de la ATP Cup que se está disputando en Sídney, aunque guardaba esperanzas de jugar el Abierto de Australia.
En esta pasada, un jugador fue más importante que el COVID-19.
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