
Martes 14 de julio de 2020
Martes 14 de julio de 2020
El director de fotografía, Bill Pope, entregó el inesperado dato.
Pese a que Matrix es considerada exitosa como trilogía, convirtiéndose en un referente en la ciencia ficción, las últimas dos películas no son recordadas con tanto cariño como la primera, a estas alturas, un clásico indiscutido.
Sobre las controversias detrás de las secuelas de la cinta original se refirió recientemente el director de fotografía, quien detalló algunos de los problemas que aparecieron en el desarrollo de ambas producciones.
En conversación con el podcast Team Deakins, Bill Pope reveló que rodar Reloaded y Revolutions no fue una experiencia tan positiva como la que significó trabajar en la primera entrega. Tanto así, que incluso calificó a la filmación de las secuelas como “una especie de tortura”.
“Todo lo que fue bueno sobre la primera experiencia no fue bueno en las dos últimas”, confesó Pope, según consigna IndieWire. El director de fotografía explicó que “ya no éramos libres. La gente te miraba. Había mucha presión. En mi corazón, no me gustaron. Sentí que teníamos que ir en otra dirección. Hubo mucha fricción y muchos problemas personales. No fue mi momento más elevado, ni fue el de nadie más”.
En esta línea, Pope entregó un inesperado dato que no ha pasado desapercibido en su entrevista. Apuntó a un libro de Stanley Kubrick como uno de los culpables de que el rodaje no fuera tan positivo.
“Las Wachowski habían leído este maldito libro de Stanley Kubrick que decía: ‘Los actores no hacen actuaciones naturales hasta que se agoten'. ¡Así que vamos a llegar a la toma 90!”, señaló.
“Quería desenterrar a Stanley Kubrick y matarlo”, aseguró Pope.