
Viernes 16 de marzo de 2018
Viernes 16 de marzo de 2018
Con la ayuda de Billy Gould de Faith No More, CAF demostró una vez más por qué son de las mejores bandas del circuito.
Por Ignacio De La Maza
FOTO: Lollapalooza
Hay algo extremadamente apropiado en el hecho de que ‘Como Asesinar A Felipes’ haya abierto esta edición de Lollapalooza Chile. No solo porque son una de las mejores y más propositivas cartas de la música nacional de la última década, sino porque además, al igual que el cartel del festival, su propuesta resiste clasificación.
A 10 años de su debut discográfico, el sonido de CAF sigue siendo único y fascinante, una amalgama que experimenta con rock, hip hop, free jazz, música de vanguardia y lo que se les ocurra con un carácter aventurero que no reconoce fronteras más allá de su propia creatividad. Las rimas no paran, y cada instrumento genera un ambiente de caos controlado y enigmático que suena tan amenazador como atractivo.
Hipnotizando a los pocos pero fieles presentes que llegaron temprano a estos maratónicos 3 días de Lollapalooza, el conjunto nacional fue apoyado en varias canciones por el mismísimo Billy Gould de Faith No More (asociado y fan de CAF desde hace algunos años), un músico que comparte el espíritu ambicioso de la banda y que se acopla como una pieza más a su maquinaria cuidadosamente calibrada.
No importó el sol de mediodía ni que el público no haya sido particularmente masivo, Como Asesinar A Felipes dio un puntapié aplanador y lleno de inteligencia musical a esta versión 2018 de Lollapalooza. No podría ser mejor precedente.